Les ocurre a los mejores: primero fue el vino con nuevas tonalidades acordes con los colores de moda y siguieron, casi en paralelo, la tendencia del cold brew (café con hielo) y las infusiones de té en filtros de silicona. Ahora es el turno de la yerba mate, un clásico argentino que se reinventa en su versión gourmet para ofrecernos nuevas experiencias.

La propuesta se conoce como yerba mate blendeada y, en pocas palabras, implica la fusión de esta bebida con flores, frutos, especias y hasta golosinas para obtener una explosión de sabor. “Como amantes del mate vimos que faltaba resaltar y revalorizar esta hermosa tradición que nos identifica. Por eso quisimos crear distintas mezclas de hierbas aromáticas que puedan ser dosificadas”, comenta Mariela Guerrero creadora de “Hierbas del jardín”, una marca de blends especializada en yerba mate.

Una vez que se abren los pequeños frascos de vidrio, el delicioso aroma a chocolate y canela no tarda en llegar y deja tras de sí un leve picor en la garganta. “En las combinaciones usamos hierbas típicas de la región (como el burro y el cedrón) o agregamos un toque de estilo con jengibre y flores de lavanda”, detalla Mariela. Además, completan la colección pequeñas flores de hibisco y cáscaras de limón deshidratadas provenientes de Tafí Viejo.

OPCIONES. El blending saboriza los mates con toques cítricos o dulces.-

Mezclas y aromas

En esta travesía por el blending la curiosidad es la mejor arma. Las alternativas van desde aromas especiados con jengibre, canela y pimienta rosa a sabores refrescantes con toques de yerba buena y menta egipcia o frutos rojos. También, entrando en la zona fitness, hay mezclas detox que son ideales para el tereré.

“Nuestro proyecto surgió porque, si bien la yerba mate nos parecía un producto muy noble, sentíamos que le faltaba un salto gastronómico -dice Marcela de Loredo, una de las creadoras de “Mate&Co”, marca de yerba mate de autor-. Viajando, nos dimos cuenta de que en otros países la yerba mate era bastante valorada por sus propiedades y podía conseguirse con distintos sabores y presentaciones mientras que en Argentina eso no ocurría”.

Con tantos experimentos y su agregado en cócteles, salsas y postres, ¿podría ser el final de este producto tal cual lo conocemos? “Si bien somos protectores de la nobleza del mate, su origen y su cultura, cada vez hay más emprendimientos que deciden sumar un valor agregado. La yerba mate con infusiones es una tendencia en auge y esto, lejos de acabar con la tradicional bebida argentina- sólo permite ampliar la diversidad de oportunidades para su consumo”, señala Carlos Coppoli, subgerente de Marketing y Comunicación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).

Creatividad natural

Si bien los diferentes estilos de blends son creados por sommeliers especialistas y tienen sus propios criterios sensoriales eso no implica que -con un poco de maña y de tiempo- no podamos recurrir a la alquimia casera. “Hace un tiempo el médico me prohibió tomar mate por la acidez estomacal. Ahí fue cuando comencé a interiorizarme en otras alternativas de yerba mate orgánica y me dieron ganas de crear mi propio preparado con un toque floral. Desde entonces cultivo rosas, jazmines y pensamientos comestibles”, explica Nacha Saccone dueña de un laboratorio de sabores montado en el jardín trasero de su casa.

Personalidad matera

No vamos a negar que lo importante es el contenido (a una temperatura de 65 grados y con scones o pastafrola para acompañar) pero, en esta revolución de sabor, los cambios también pasan por los materiales y las formas. En este sentido, un cómico ejemplo son los tazones de cerámica materos: recipientes multifacéticos que sirven como portalápices, pequeñas macetas y (lo que nos compete) para servir los blends.

“El rubro de los mates también se modificó y los nuevos diseños que aparecen en el mercado ayudan a singularizar la rutina de consumo. Las personas pueden encontrar la alternativa que más les guste y que sea acorde con sus necesidades y personalidad -comenta Coppoli-. Esta elección dice mucho sobre nosotros mismos y la relación que tenemos con el mate y sus rituales”.

Por eso, al hablar de diseños las alternativas son infinitas y pueden convivir en un mismo estante los modelos tradicionales (hechos de madera, calabaza o metal) junto a diseños de adorables animales en tonos pasteles, recipientes transparentes que prenden luces de colores o brillan en la oscuridad y los famosos “mates santos” que sacan la yerba (compactada) en un santiamén.

Por último, la colección se completa con bombillas llenas de glitter y los mates térmicos, un invento argentino que utiliza una conexión USB para mantener el calor y evita -a través de un choque térmico- que el preparado “se lave” y pierda su sabor. Con tantas opciones sólo resta calentar el agua y servir...